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Sólo Dios está satisfecho con lo que es y puede proclamar: "Soy lo que soy". A diferencia de Dios, el hombre se esfuerza con todas sus fuerzas por ser lo que no es. Proclama incesantemente: "Soy lo que no soy".
Sólo Dios está satisfecho con lo que es y puede proclamar: "Soy lo que soy". A diferencia de Dios, el hombre se esfuerza con todas sus fuerzas por ser lo que no es. Proclama incesantemente: "Soy lo que no soy".