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  • La nieve perseguida por el viento no es muy distinta de un ejército en retirada. En campo abierto, se distribuye en filas y batallones; donde puede hacer pie, se parapeta; donde puede ponerse a cubierto, lo hace. Se pueden ver pelotones enteros de nieve escondidos detrás de un muro roto.

    Ambrose Bierce (2015). “Can Such Things Be?”, p.104, Sheba Blake Publishing