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Cuando algo está en presencia del mal, pero todavía no es malo, la presencia del bien despierta en esa cosa el deseo del bien; pero la presencia del mal, que hace que una cosa sea mala, quita el deseo y la amistad del bien; porque lo que antes era a la vez bueno y malo ahora se ha convertido sólo en malo, y el bien no tiene amistad con el mal.