Si eres receptivo y humilde, las matemáticas te llevarán de la mano. Una y otra vez, cuando no sabía qué hacer, he tenido que esperar a sentir que las matemáticas me llevaban de la mano. Me han llevado por un camino inesperado, un camino en el que se abren nuevas perspectivas, un camino que conduce a un nuevo territorio, en el que se puede establecer una base de operaciones, desde la que se puede observar el entorno y planificar el progreso futuro.