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Hijo, si una doncella te ama, parecerás apuesto a sus ojos; alabará tus ojos y las comisuras de tus labios, sí, admirará tus manos. Aunque fueras como el orangután, te pintaría con fantasías.
Hijo, si una doncella te ama, parecerás apuesto a sus ojos; alabará tus ojos y las comisuras de tus labios, sí, admirará tus manos. Aunque fueras como el orangután, te pintaría con fantasías.