-
El dios de Moisés pedía a otras tribus, incluida su favorita, que sufrieran masacres y plagas e incluso la extirpación, pero cuando la tumba se cerraba sobre sus víctimas, básicamente había acabado con ellas, a menos que se acordara de maldecir a su progenie sucesiva. Hasta la llegada de Prince of Peace no oímos hablar de la espantosa idea de seguir castigando y torturando a los muertos.