-
Ya no podemos considerar lo que hace el artista como una actividad autónoma, misteriosamente inspirada desde arriba, sin relación ni relación con otras actividades humanas. Por el contrario, reconocemos que la exaltada forma de ver que conduce a la creación de grandes obras de arte es una consecuencia de la actividad más humilde y común de los ojos en la vida cotidiana. Del mismo modo que la prosaica búsqueda de información es "artística" porque implica dar y encontrar forma y significado, la concepción del artista es un instrumento de vida, una forma refinada de entender quiénes somos y dónde estamos.