-
Que en todos los procesos penales o capitales un hombre tiene derecho a exigir la causa y la naturaleza de su acusación, a ser confrontado con los acusadores y testigos, a pedir pruebas a su favor y a un juicio rápido por un jurado imparcial de doce hombres de su vecindad, sin cuyo consentimiento unánime no puede ser declarado culpable; ni puede ser obligado a declarar contra sí mismo; que ningún hombre puede ser privado de su libertad, salvo por la ley del país o el juicio de sus pares.