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Pide una disculpa cuando creas que la mereces, pero no entres en un tira y afloja al respecto. En lugar de eso, sé un modelo a seguir y ofrece tú mismo una disculpa sincera cuando se la merezca. Tu disposición a disculparte puede ser contagiosa y sirve de modelo de madurez para tu pareja. Además, tu pareja que no se disculpa puede utilizar una forma no verbal de reconectar después de una pelea, rebajar la tensión o mostrarte que se encuentra en un nuevo lugar y quiere reparar una desconexión. Acepta la rama de olivo como sea que te la ofrezcan.