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Vi a un hombre que perseguía el horizonte, dando vueltas y más vueltas. Me sentí perturbado y abordé al hombre. "Es inútil", le dije, "Nunca podrás..." "Mientes", gritó, y siguió corriendo.
Vi a un hombre que perseguía el horizonte, dando vueltas y más vueltas. Me sentí perturbado y abordé al hombre. "Es inútil", le dije, "Nunca podrás..." "Mientes", gritó, y siguió corriendo.