Pensándolo bien, el matrimonio es algo increíble. Que dos personas vivan juntas tanto tiempo bajo el mismo techo es un gran logro. Los aniversarios de cincuenta años se están extinguiendo, lo que demuestra una vez más que los matrimonios longevos merecen premios y elogios. A veces veo a ancianos en restaurantes sentados juntos comiendo sus platos y los observo. A veces me entristece. Ni siquiera hablan. ¿Es porque no tienen nada más que decir, o es que ya se leen la mente el uno al otro?