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Pues llegó la mañana, y vistió el cielo con un precioso vestido amarillo. En ese estrecho pasillo del centro se abren centros comerciales, llenos de gente que compra para sus amantes y sus amigos, cantando "No volveré a sentirme solo nunca más...".
Pues llegó la mañana, y vistió el cielo con un precioso vestido amarillo. En ese estrecho pasillo del centro se abren centros comerciales, llenos de gente que compra para sus amantes y sus amigos, cantando "No volveré a sentirme solo nunca más...".