Autores:
  • Miríadas de individuos, cada uno de ellos único, viven sus vidas en arrebatada relación unos con otros, contribuyen con los latidos de su corazón a la música universal, y en el presente desaparecen, dando lugar a otros. No puedo describir toda esta secuencia milenaria de vida privada, que es el tejido real de la carne de la humanidad. Sólo puedo trazar, por así decirlo, la forma incorpórea de su crecimiento.

    Olaf Stapledon (1931). "Los últimos y los primeros hombres y El hacedor de estrellas: Two Science-fiction Novels", p.211, Courier Corporation