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Hacía un sol abrasador y salí con un manguito turquesa en el cuello, un vestido glamuroso y unas botas embarradas. He recibido correos electrónicos de gente que decía que había llorado. Prometieron que no habían sido las drogas.
Hacía un sol abrasador y salí con un manguito turquesa en el cuello, un vestido glamuroso y unas botas embarradas. He recibido correos electrónicos de gente que decía que había llorado. Prometieron que no habían sido las drogas.