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A veces he estado absorto en mi trabajo hasta el punto de olvidarme por completo de mí mismo. Una vez trabajé treinta y seis horas sin descanso, hasta la extenuación, y ni siquiera me di cuenta.
A veces he estado absorto en mi trabajo hasta el punto de olvidarme por completo de mí mismo. Una vez trabajé treinta y seis horas sin descanso, hasta la extenuación, y ni siquiera me di cuenta.