Y ahora, ¿cómo produjo Dios este mundo?... La fábula es que sopló sobre nosotros. En su aliento, su viento, vino la humedad y las cosas comenzaron a crecer... un mensaje de esperanza. Nada físico. ¿Cómo pretende que su aliento se convierta en una obra de arte? La única forma que veo es que evites que tu aliento se convierta en una estructura. En cuanto tu aliento toma la forma de una habitación, eres un carpintero; no eres Dios.