Todos los hombres y toda la naturaleza creada han estado trabajando, desde el principio de los tiempos hasta hoy, para producir las circunstancias que ahora influyen en nuestras acciones. Tan pronto como un acto ha sido realizado, se vuelve independiente del individuo que lo realiza, e inmediatamente da origen a otro acto, que a su vez da origen a otro, y así continúan y continuarán hasta que la ley de causa y efecto deje de operar.