-
Según nuestra ciencia social, podemos ser o llegar a ser sabios en todas las cuestiones de importancia secundaria, pero tenemos que resignarnos a una ignorancia absoluta en el aspecto más importante: no podemos tener ningún conocimiento sobre los principios últimos de nuestras elecciones, es decir, sobre su solidez o su falta de solidez... Nos encontramos entonces en la posición de seres cuerdos y sobrios cuando se ocupan de asuntos triviales y que juegan como locos cuando se enfrentan a cuestiones serias.