Siempre me han gustado las tiendas de música independientes porque el personal suele estar allí por auténtico amor y aprecio a la música. Están más en sintonía con los clientes y estoy dispuesto a pagar uno o dos dólares más por el servicio que ofrecen. Algunos de mis mayores descubrimientos musicales han sido cuando he cogido un disco en una tienda de música indie y el tipo de detrás de la caja me ha dicho: "¿Te gusta este hombre? ¿Has oído hablar de fulanito?". Prefiero comprar donde la gente me entienda a mí y a la música que me gusta.