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La verdad de las no verdades se convierte, inevitablemente, en verdad: una forma de nombrar el ser, el lenguaje y la cultura que protege los límites del pensamiento frente a afirmaciones que no ha validado.
La verdad de las no verdades se convierte, inevitablemente, en verdad: una forma de nombrar el ser, el lenguaje y la cultura que protege los límites del pensamiento frente a afirmaciones que no ha validado.