La riqueza de cualquier ecosistema son sus plantas perennes. La danza primigenia herbívoro-depredador-alteración-descanso es literalmente el aliento y el pulso de la tierra. Las gramíneas reciclan el oxígeno de forma mucho más eficaz que los árboles. La renovación es más rápida. La hierba se extiende y convierte la energía solar en carbono. El laboreo hiper-airea el suelo, quemando carbono. Pero como una planta crea una simetría bilateral en el horizonte del suelo, se desprende de la masa radicular cuando se corta la parte superior.