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Cuando estuve con Stan Lee, aprendí algo cada día. Cuando hacía un trabajo a lápiz, si no tenía mucha fe en él, lo entregaba e invariablemente Stan hacía que pareciera una historia bien escrita y planificada. Eso me hizo decirle a la gente: 'Si quieres convertirte en artista, vete a trabajar a Marvel. Stan te convertirá en un narrador".