-
El capitalismo siempre corre el peligro de inspirar a los hombres a preocuparse más por ganarse la vida que por vivirla. Somos propensos a juzgar el éxito por el índice de nuestros salarios o el tamaño de nuestros automóviles, más que por la calidad de nuestro servicio y nuestra relación con la humanidad; así, el capitalismo puede conducir a un materialismo práctico tan pernicioso como el materialismo que enseña el comunismo.