Autores:
  • Sacerdotes, reyes, estadistas, soldados, banqueros y funcionarios públicos de todo tipo; policías, carceleros y verdugos; capitalistas, usureros, empresarios y propietarios; abogados, economistas y políticos; todos ellos, hasta el más insignificante tendero, repiten a coro las palabras de Voltaire, según las cuales si no existiera Dios habría que inventarlo.