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Hay momentos en los que amas a los bebés y piensas: "Dios, son la razón por la que existimos". Entonces empiezan a llorar, y estás como "¡Dios! ¡Jesús!"
Hay momentos en los que amas a los bebés y piensas: "Dios, son la razón por la que existimos". Entonces empiezan a llorar, y estás como "¡Dios! ¡Jesús!"