-
Ciertamente, no creemos en el actual arreglo eclesiástico llamado Navidad: en primer lugar, porque no creemos en la misa en absoluto, sino que la aborrecemos, tanto si se dice o canta en latín como en inglés; y, en segundo lugar, porque no encontramos justificación bíblica alguna para observar ningún día como el cumpleaños del Salvador; y, en consecuencia, su observancia es una superstición, porque no tiene autoridad divina.