Si elevas tus niveles de exigencia pero no crees realmente que puedas alcanzarlos, ya te has saboteado a ti mismo. Ni siquiera lo intentarás; te faltará la sensación de certeza que te permite aprovechar la capacidad más profunda que hay en ti... Nuestras creencias son como órdenes incuestionables que nos dicen cómo son las cosas, lo que es posible e imposible y lo que podemos y no podemos hacer. Moldean cada acción, cada pensamiento y cada sentimiento que experimentamos. Por eso, cambiar nuestro sistema de creencias es fundamental para conseguir un cambio real y duradero en nuestras vidas.