-
El perdón es como las artes marciales de la conciencia.
En el Aikido y otras artes marciales, esquivamos la fuerza del atacante en lugar de resistirla.
La energía del ataque se vuelve contra el atacante.
Nuestro poder reside en no reaccionar. El perdón funciona de la misma manera.
Cuando devolvemos el ataque, y la defensa es una forma de ataque, iniciamos una guerra que nadie puede ganar.