-
Dios está dispuesto a dar más rápidamente, y a dar más de lo que pides; sí, ofrece sus tesoros si tan sólo los tomamos. Verdaderamente es una gran vergüenza y un severo castigo para nosotros los cristianos que Dios todavía nos reprenda por nuestra pereza en la oración, y que no dejemos que una promesa tan rica y excelente nos incite a orar.