-
Porque cuando el corazón insiste en su destino, resistiendo al encanto general, entonces la agonía es grande; también el peligro. Sin embargo, las fuerzas se habrán puesto en movimiento más allá del cálculo de los sentidos. Las secuencias de acontecimientos de los rincones del mundo se unirán gradualmente, y los milagros de la coincidencia harán que suceda lo inevitable.