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La sangre es muy poderosa. Mientras que la carne es la sustancia que mantiene nuestras almas vivas en esta realidad física, la sangre mantiene viva nuestra carne. La sangre es vida líquida. Cuando la sangre se escapa de nuestro cuerpo nos alarmamos hasta lo más profundo de nuestro cerebro. Es la vida que se nos escapa. Es aterrador y hace del rojo un color profundamente intenso.