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Pero todo camino humano conduce a Dios;
Él guarda una miríada de hilos más finos que el oro,
y fuertes como santos deseos, atrayéndonos
Con delicada tensión hacia Él.
Pero todo camino humano conduce a Dios;
Él guarda una miríada de hilos más finos que el oro,
y fuertes como santos deseos, atrayéndonos
Con delicada tensión hacia Él.