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Si yo dijera 'Dios, ¿por qué a mí?' sobre las cosas malas, entonces debería haber dicho 'Dios, ¿por qué a mí?' sobre las cosas buenas que ocurrieron en mi vida.
Si yo dijera 'Dios, ¿por qué a mí?' sobre las cosas malas, entonces debería haber dicho 'Dios, ¿por qué a mí?' sobre las cosas buenas que ocurrieron en mi vida.