Autores:
  • La naturaleza ha desplegado todo su arte en embellecer el rostro; lo ha tocado con bermellón, ha plantado en él una doble hilera de marfil, lo ha convertido en el asiento de sonrisas y rubores, lo ha iluminado y animado con el brillo de los ojos, lo ha colgado a cada lado con curiosos órganos del sentido, le ha dado aires y gracias que no se pueden describir, y lo ha rodeado de una sombra de cabello tan fluida que pone todas sus bellezas bajo la luz más agradable.

    Joseph Addison, Sir Richard Steele (1853). “The Spectator”, p.43