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Una carta nunca es inoportuna, nunca interrumpe. Espera a que encontremos el momento oportuno, el instante de tranquilidad para saborear el mensaje. Hay un elemento de atemporalidad en la escritura de cartas.
Una carta nunca es inoportuna, nunca interrumpe. Espera a que encontremos el momento oportuno, el instante de tranquilidad para saborear el mensaje. Hay un elemento de atemporalidad en la escritura de cartas.