Autores:
  • Las riquezas se ganan a menudo por culpa y bajeza;
    O se reparten por casualidad para proteger a un bribón afortunado,
    O arrojar un sol cruel sobre un tonto.
    Pero para un fin, un uso muy descuidado,
    las riquezas merecen tu atención; (porque las necesidades de la naturaleza
    Son pocas, y sin opulencia suplidas;)
    Este noble fin es, producir el alma;
    Mostrar las virtudes en su más bella luz;
    Hacer de la humanidad el ministro
    De la Providencia generosa; y enseñar al pecho
    El generoso lujo que disfrutan los dioses.