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Amigos dados por Dios en misericordia y en amor;
Mis consejeros, mis consoladores y guías;
Mi alegría en el dolor, mi segunda dicha en el gozo;
Compañeros de mis jóvenes deseos; en la duda
Mis oráculos; mis alas en la alta persecución.
Recuerdo y nunca olvidaré
Nuestros lugares de encuentro, nuestras horas sagradas;
Nuestras palabras ardientes, que expresaban toda el alma,
Nuestros rostros radiantes de amor sobrenatural.
Dolor con dolor suspirando, esperanza con esperanza
Exultante, corazón abrazando corazón entero.