Autores:
  • Se insiste en que el uso de los pronombres masculinos él, su, y él en todas las constituciones y leyes, es prueba de que sólo los hombres estaban destinados a ser incluidos en sus disposiciones. Si insisten en esta versión de la letra de la ley, insistiremos en que sean coherentes y acepten la otra parte del dilema, que les obligaría a eximir a las mujeres del pago de impuestos para el sostenimiento del gobierno y de las penas por violación de las leyes. En las leyes fiscales no hay ella, ni ella, ni ella, y lo mismo ocurre con todas las leyes penales.

    Citado en Ida Husted Harper, The Life and Work of Susan B. Anthony (1899) Apeles