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Es la castidad, hermano mío, la castidad; Aquella que la tiene se reviste de acero completo, Y, como una ninfa temblorosa con flechas afiladas, Puede trazar bosques inmensos, y brezales sin refugio, Colinas infames, y arenosos salvajes peligrosos; Donde, a través de los rayos sagrados de la castidad, Ningún salvaje feroz, bandido, o montañés, Se atreverá a manchar su pureza virgen.