Autores:
  • Existe la creencia generalizada y firme entre los invitados de que su partida es siempre motivo de angustia para sus anfitriones y que, para indicar que han sido agasajados, deben demostrar una extrema falta de voluntad para permitir que concluya el entretenimiento. Esto no es necesariamente cierto.

    Judith Martin (1989). “Miss Manners' guide for the turn-of-the-millennium”