[Mary Wortley Montagu] escribió más cartas, con menos signos de puntuación, que cualquier otra inglesa de su época; y su sobrino, el cuarto barón Rokeby, casi se quedó ciego al descifrar los dos volúmenes de correspondencia sin fecha que se imprimieron en 1810. Siguieron dos más en 1813, después de lo cual el galante barón murió en su puesto o fue golpeado por la desesperación, ya que sesenta y ocho cajas de cartas permanecieron intactas... "Les morts n'écrivent point", dijo Madame de Maintenon con esperanza; pero ¿de qué sirve esta inactividad, cuando todavía seguimos recibiendo sus cartas?