-
La superstición, en todos los tiempos y entre todas las naciones, es el temor de un espíritu cuyas pasiones son las de un hombre, cuyos actos son los actos de un hombre; que está presente en algunos lugares, no en otros; que no hace lugares santos y no otros; que es amable con una persona, desagradable con otra; que se complace o se enoja según el grado de atención que le prestas, o la alabanza que le niegas; que es hostil en general al placer humano, pero puede ser sobornado por el sacrificio de una parte de ese placer para permitir el resto. Esto, cualquiera que sea la forma de fe que revista, es la esencia de la superstición.