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una buena ostra no puede agradar al paladar tan agudamente como una mala puede revolverlo, y una buena ostra no puede hacer vivir para siempre a quien la come aunque una mala puede hacerlo morir para siempre.
una buena ostra no puede agradar al paladar tan agudamente como una mala puede revolverlo, y una buena ostra no puede hacer vivir para siempre a quien la come aunque una mala puede hacerlo morir para siempre.