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Una vez permitas que tu alma sea perturbada por cualquier emoción violenta y, como las aguas de un lago agitado por la tempestad, ya no podrá reflejar la Imagen divina.
Una vez permitas que tu alma sea perturbada por cualquier emoción violenta y, como las aguas de un lago agitado por la tempestad, ya no podrá reflejar la Imagen divina.