Autores:
  • Se evitaría mucho desperdicio de palabras y de pensamiento si los contendientes comenzaran siempre con una exposición clara de la cuestión, y no procedieran a discutir hasta que se hubieran puesto de acuerdo sobre lo que estaban discutiendo.

    Sara Coleridge Coleridge (1873). “Memoir and Letters of Sara Coleridge”, p.136