En el momento en que decidas que ya eres mayor y que, por tanto, debes dejar a un lado tonterías como quedarte fuera toda la noche o recorrer carreteras extrañas, perderás ese inefable brillo de la juventud. Si no me crees, mira a tu alrededor. Estudia a esas personas que prefieren ir a centros comerciales que a salas de baile, que piensan que el colmo de la depravación es apostar dos no trump con sólo quince puntos. Cada una de estas personas tiene un cuello fibroso.