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Los tabúes del corazón humano son más peligrosos que cualquier riesgo que corramos al utilizar nuestras emociones. La sensación es la vida del hombre; es su energía real. Suprimirla es perder poder creativo.
Los tabúes del corazón humano son más peligrosos que cualquier riesgo que corramos al utilizar nuestras emociones. La sensación es la vida del hombre; es su energía real. Suprimirla es perder poder creativo.