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  • Hace dos generaciones, sólo unos pocos niños desafortunados veían a alguien golpeado en la cabeza con un ladrillo, tiroteado, embestido por un coche, volado por los aires, inmolado, violado o torturado. Ahora todos los niños, junto con sus mayores, ven esas imágenes todos los días de su vida y se espera que las disfruten. ... El niño de siete años que esconde los ojos ante el drama familiar de policías y ladrones se insensibiliza cuatro años más tarde hasta el punto de hacer crujir patatas fritas ante el último vídeo desagradable.