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La oración no es otra cosa que un anhelo del alma... hace descender al gran Dios al pequeño corazón; impulsa al alma hambrienta hacia la plenitud de Dios; reúne a estos dos amantes, Dios y el alma, en un lugar maravilloso donde hablan mucho de amor.
La oración no es otra cosa que un anhelo del alma... hace descender al gran Dios al pequeño corazón; impulsa al alma hambrienta hacia la plenitud de Dios; reúne a estos dos amantes, Dios y el alma, en un lugar maravilloso donde hablan mucho de amor.