-
Hace falta valor para tener conciencia cuando parece que otros obtienen algo tangible por no molestarse en luchar con la moralidad de una situación. Resulta frustrante y desmoralizador. Aquí es precisamente donde entra en juego el carácter. A lo largo de la historia, personas especiales se han sentido obligadas a hacer lo que objetivamente consideraban correcto y bueno, incluso ante la humillación, el rechazo, la expulsión, la tortura o la muerte. Esto se debe a que creían que ciertas ideas eran más importantes que el bienestar individual.